Llega un momento en la vida de todo ser humano en el que te detienes y te das cuenta de que has llegado al final del camino por el que caminabas casi por inercia sin ser consciente de estar avanzando.
Es entonces cuando te vuelves observando cómo el camino que dejas atrás va desdibujándose poco a poco, y por más que quieras aferrarte a él y correr en busca de todo lo que dejaste atrás, no puedes. Te preguntas cómo es posible que ayer tuvieras todo el camino por andar y hoy, ahora, has llegado al final.
Mirar hacia atrás te llena de nostalgia. Mirar hacia adelante te da miedo. Por eso es mejor mirar alrededor. Porque es así como descubres que no estás solo, que aquellas personas que han dejado huella en ti, están contigo de alguna manera. Entonces comprendes que cualquiera de los caminos que sigas a partir de este momento estará lleno de sorpresas, reencuentros y nuevas personas que harán de tu viaje algo único.
Unas palabras sencillas, precisas, llenas de fuerza y, paradójicamente,de seguridad. Un privilegio ordenar de forma tan ágil las ideas.
Me encanta la foto.
Gracias Miguel. La foto no es mía esta vez (mi proveedor ha sido Google), pero la vi y me pareció perfecta 🙂
Ojalá que, como dices, llegase un momento en la vida de todo ser humano en que se diese cuenta de que ha llegado al final del camino que caminaba por inercia, eso sería indicativo de que todavía se resiste al acomodamiento y tiene fuerzas y claridad suficiente para intentar explotar todo su potencial. Pero me temo que eso no sucede ni en todos, ni tan siquiera en la mayoría, más bien en algunos.
Lo que sí me alegra es seguir descubriendo de vez en cuando a alguna de esas personas que te reservan sorpresas y que hacen de tu viaje algo único 😉
Gracias por la aportación Juan!
En realidad creo que todas las personas se encuentran en algún momento de su vida con el final de alguno de sus caminos. Lo que si que es cierto es que para una gran parte de la gente la transición entre uno y otro pasa desapercibida y no es una elección, sino un dejarse llevar por las circunstancias.
Sin duda me parece que, aunque más duro en ocasiones, también es más satisfactorio vivir siendo consciente del camino que se sigue, de su final y de los caminos alternativos que podrían seguirse.
Te deseo un buen viaje lleno de sorpresas agradables 🙂