Viajando a… Casa

“Cuando no sepas a dónde ir, vuelve a dónde empezaste”

Proverbio Senegales

vuelta a casaHoy hace exactamente un año que inauguré este blog, sin saber muy bien lo que quería hacer con él. Una de mis principales motivaciones fue el tener un lugar donde compartir mis viajes y las experiencias que voy viviendo a lo largo del camino.

Hoy, precisamente, me voy de viaje. Un viaje corto, quizás poco excitante y exótico, pero del que tenía muchas ganas: El viaje de vuelta a casa.

A lo largo de los últimos años he ido poco a poco convirtiéndome en nómada. Tengo sed de experiencias y lugares nuevos, y mi agua es la posibilidad de lanzarme a vivir en sitios diferentes. Los que habéis vivido fuera sabéis bien de lo que hablo. Cada nuevo lugar que pisas, cada límite que traspasas, cada persona que conoces, expande tus horizontes y te reconvierte. Es algo difícil de describir con palabras, porque es un cúmulo de sensaciones y emociones, a veces incluso contradictorias.

A medida que tu mundo se expande, puedes llegar a sentirte pequeño. Pero a su vez te sientes más fuerte. Cuantos más rincones descubres, más empiezas a pensar que, como en casa en ninguna parte. Y sin embargo, no te planteas volver para quedarte. Todavía no.

Cada día que pasas fuera aprendes algo nuevo sobre ti mismo, y sobre el mundo en el que vives. Pero te encuentras con certezas e incertidumbres a partes iguales.

Hace poco descubrí una canción que dice así:

Con la casa a mis espaldas he tomado el camino y me voy, aparentemente libre, en busca de la frontera. Todos mis YOes caen como finas gotas de lluvia sobre la ventana”

Y es bastante cierto. Cuando te marchas, dejas atrás una pequeña parte de ti y empiezas a descubrir muchas otras. Cuando viajas de vuelta a casa, descubres que esa parte que habías olvidado, sigue ahí y te acompañará allá donde vayas.

Así pues, hoy empieza otro de mis viajes de vuelta a casa. Corto pero intenso. Con muchas ganas de ver como todo sigue exactamente igual a como lo deje. Con los míos.

vuelta a casa gd

Feliz viaje de vuelta a casa. Buenas noches!! 🙂

EL MOMENTO PERFECTO

“Si permaneces esperando el momento ideal, nunca saldrás de dónde estás. Es preciso un poco de LOCURA para dar el próximo paso”

Paulo Coelho – Manual del Guerrero de la Luz

No puedo ni contar las veces que me he encontrado a mí misma buscando el momento perfecto para hacer algo. Pintar mi casa, dejar de fumar, visitar a esos amigos que están lejos, decirle a alguien lo que siento, apuntarme a baile…

Al principio, cuando descubrí la frecuencia con la que dejaba en lista de espera las cosas que quería o tenía que hacer con el argumento de que aún no era el momento, me preocupé bastante. ¿Por qué siempre hago lo mismo? ¿Será algún tipo de enfermedad no diagnosticada? Y, si así fuera, ¿existirá alguna medicina?

Tras una serie de preguntas y teorías cada vez más descabelladas decidí que era el momento de investigar el asunto, así que empecé a fijarme en mi entorno. Cuando por fin comprendí que todos buscamos el momento perfecto, me sentí profundamente aliviada.

Imagen

Por X o por Y, todas las personas que conozco posponen algo en algún momento excusándose tras ese bien conocido “este no es el momento adecuado”. Entonces me planteé, ¿tiene sentido buscar la perfección de algo tan efímero como el tiempo? ¿Alguien siquiera se cree que pueda existir el momento perfecto? ¿Qué esconde esa frase en realidad?

La respuesta a esa última pregunta para mí se resume en dos posibles razones: Miedo o Pereza. La mayoría de gente solemos tener miedo a las situaciones que se escapan a nuestro control, y muchas de las cosas que queremos hacer implican cierto grado de incertidumbre. También solemos tener miedo a equivocarnos, lo que nos lleva a buscar neuróticamente el momento en el que todos los factores estén a nuestro favor y disminuir así las posibilidades de error.

En cuanto a la pereza, aunque pueda parecer algo inofensivo, no hay nada más peligroso para uno mismo que el acomodamiento. Cuando te acostumbras a una forma de vida cómoda y tranquila, cada vez te será más difícil hacer cierto tipo de cosas, sobre todo las que requieren cierto grado de esfuerzo por tu parte.

Por eso mismo animo a todos aquellos que, como yo, estén esperando el momento perfecto para algo, a que dejen de esperar y actúen. Cualquiera puede ser tu “MOMENTO PERFECTO”.

Especialmente escrito para Itziar, arquitecta de momentos perfectos 🙂